jueves, 16 de diciembre de 2010

NO A LA PRORROGA DEL ESTADO DE ALARMA

Anoche me desperté sofocada, soñé que venían los militares a casa y me decían que debía de incorporarme al trabajo, ¡me llevaban por la fuerza!. Por más que me esforzaba en explicarles que no había nadie más en casa para hacerse cargo de mi hija de 15 meses se hacían los sordos y me obligaban a salir diciendo que los servicios sociales se harían cargo de la niña. Me desperté con lágrimas en los ojos y sudando.

Por supuesto, todo formaba parte del sin sentido de la pesadilla, los militares no han venido a mi casa, aunque me costa que sí han ido a la de algún compañero, y por supuesto no se han llevado a mi hija. De hecho nos están tratando de manera muy correcta.

Os cuento ésto para que veaís el sentimiento de impotencia y frustración que nos embarga, si incluso yo que no me he visto afectada directamente los nefastos 3 y 4 de diciembre me despierto con pesadillas os pregunto ¿En que condiciones pensáis que están trabajando los afectados? No puedo más que desear tranquilidad a todos y pedir desde aquí que no se prorrogue el Estado de Alarma, no voy a entrar en su legalidad ni en la conveniencia política, sólo en que es necesario por seguridad para todos que vuelva la calma a este colectivo.

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